CANIGÓ, 2.774m (Cuando se juntan dos mitos)

Ha sido una semana especial. Muy especial. El lunes me desplacé a Prades para hacer una profunda inspección en el Pirineo oriental. La idea era subir a los grandes de la zona, regla general cuando uno visita por primera vez una región. Y el primero fue un mito, el Canigó, en compañía de otro mito: Llorens (Bouvier en Mendiak.net). El Jacint Verdaguer del siglo XXI.
Ubicación: Macizo de Canigó, Conflent, Pirineos, Francia.
Cima: Canigó (2.774m).
Desnivel acumulado: 755m.
Distancia: 9,01km.
Duración: 5h y 15min.
Acceso: Partimos desde el refugio des Cortalets. Desde Donostia vamos dirección Francia por la autopista A-8. Hay que tomar luego dirección Pau y cruzar todo el Pirineo hasta Perpignan. Cogeremos la salida sur y seguiremos dirección Prades. Antes sale una carretera que luego se convierte en pista, apta para 4x4, que sube hasta el refugio. No metan el coche por ahí. Ojo, porque el mapa señala Prades.

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La jornada tuvo su miga porque el amanecer no pudo ser más desesperanzador. A las siete de la mañana llueve y tenemos que hacer tiempo. Llorens, que se conoce el valle como la palma de su mano, me lleva a Eus. Un pueblo con encanto. De los que merece la pena conocer.






El patrón de norte está muy marcado y las cimas más altas no se ven.









Subimos a la iglesia, siempre en el punto más alto. Siempre la referencia.







10:00. Una pista infernal, la más deteriorada que he visto en mi vida, nos deja a un paso del refugio (2.137m).






Y a su vera nace el sendero que nos llevará a la cima. Vamos a subir por la cresta de Barbet para bajar por la normal.



Uno de los detalles más cautivadores de esta montaña es su prominencia. Subiremos a casi 2.800 metros pero tenemos el Mediterráneo ahí, al lado.



El sendero serpentea por el bosque.




Mientras el Canigó no se deja ver. Se está haciendo el interesante.



Poco a poco salimos a terreno descarnado. Un terreno que me recuerda al del Moncayo.



Prades.

Vinça.



Parece que vamos a tener suerte.



Mientras diviso el refugio y Prades, en lontananza.



Una serie de lazadas nos aproxima a la cresta.






Las nubes se pegan a las laderas de las montañas.



Ya sólo le queda una nube al Canigó. Enseguida lo vamos a ver.



Una montaña estética.









Llorens toma aire desde una atalaya privilegiada. La conversación nunca cesa con él y tiene una gran virtud: sabe persuadir.



Parece que hay gente en la cima. Otra cosa sería imposible un día soleado de julio. ¿O no?



Alcanzamos un collado, momento en el que pasar a la vertiente sureste. Perdemos algo de altura.



11:59. Portilla de Valmanya (2.598m). Un gran hito lo señala. La trocha gira a la derecha (norte).



El valle que viene de Meiralles.



Y lo que nos queda.



La vía ataca directamente la montaña por la chimenea Durier (flecha roja).






Al principio es muy ancha y sube bien por los escalones.






Curioso gendarme.



La pintura amarilla y los hitos nos guían.




En los últimos metros se pone más vertical, pero hay numerosos agarres y no hay sensación de patio. Me pareció bastante asequible, la verdad (grado I).












Lo mejor de todo es que sales directamente a la cumbre. Un final elegante.



12:52. Canigó (2.774m), en algo menos de tres horas desde el refugio. Aquí los dos mitos.



Una pano al oeste. Hemos tenido suerte porque el día ha limpiado mucho desde la mañana. Llorens se lo pasa en grande haciendo de cicerone y le llama poderosamente la atención que estemos solos en la cima más de media hora...



El norte.



Madres.






Prades.



Hacia Perpignan.



Y las cimas secundarias del macizo.



La mesa de orientación.



Vinça.



Tras comer resguardados del viento frío, emprendemos el descenso por su cara más concurrida.






El refugio.



El camino es evidente y no ofrece duda alguna.






La iglesia de San Miguel de Cuixa, que la visité la tarde anterior.



Seguimos conversando de las ilusiones y las emociones. De todo lo que nos hace felices.



La cresta de Barbet.



El entorno del refugio es muy atractivo. Y el Canigó me pareció muy fotogénico.










Ya estamos en el refugio, hoy muy tranquilo. El mal tiempo ha desanimado a muchos.



Por eso, el burro no tiene trabajo. No tiene que pasear a nadie.



15:15. Fin de la circular.



Y el Canigó desde Prades. Ha sido un aperitivo muy goloso.



Y os dejo el mapa.



Y os dejo la imagen 3D del Google Earth.



Y os dejo el perfil.



Y en wikiloc os dejo el track: ver track

LAS NOTAS (La escala es del 1 al 5):
DIFICULTAD: 3,75. No presenta ninguna dificultad si se accede por la ruta normal, pero la chimenea Durier no es para turistas. Puede desanimar al menos entrenado.
BELLEZA DEL ITINERARIO: 4,5. Se aconseja realizar la circular para descubrir la montaña en su versión íntegra. Grandísimo mirador.
IMPORTANCIA DE LA CUMBRE: 5.
Precioso itinerario al Canigó, muy recomendable. Continuará...