sábado, 5 de agosto de 2017

SABOCOS, 2.757m (La ilusión de Tendeñera)

Viene de aquí:  ver repor
Segunda incursión en el macizo de Tendeñera después de la mítica travesía del año 2008, cuando subí el techo del macizo. En esta ocasión nos fuimos al otro córner para ascender otra cota relevante, prominente, que destaca desde lejos. Habíamos estado hace algunos años en su base, en los dos ibones, y esta vez aprovechamos la comodidad de la telecabina de Panticosa.
Ubicación: Macizo de Tendeñera, Pirineos, Huesca.
Cima: Sabocos (2.757m).
Duración: 5h.
Acceso: Partimos desde la telecabina de Panticosa, aprovechando que nos deja a casi 2.000 metros.

Salimos rumbo al ibón de los Asnos, al que se llega siguiendo la pista.


Es un acceso rápido, cómodo y sencillo.


Bordeamos el ibón apurando por la pista.

Hasta este punto, donde los hitos nos invitan a desviarnos a la derecha. El paseo llega hasta aquí.

Ahora se trata de subir por una senda a ratos desdibujada, sin perder de vista el embudo del Sabocos.

De aquella manera, a ratos sin camino, salgo al bueno que faldea debajo de esa mole.

Es cuando se acaba la hierba y damos paso al reino de la roca.

Giramos a la izquierda y acometemos el tramo más vertical de la jornada, una pared que habrá que superar con paciencia.

Apuro la hierba y luego te metes en pleno follón.

Hay una senda que zigzaguea aunque es inevitable resbalarse en la piedrecilla.

No veo la hora de alcanzar la cresta. Parada. Trago de agua. Foto. La rutina de siempre.

Al final se pone más vertical la cosa y conviene afinar el ojo para seguir los hitos.

No se llega hasta el final, sino que un poco antes se traza una diagonal a la derecha.

Y el camino se sigue con relativa facilidad.

Hasta que damos vista a la cima.

Sabocos, 2.757m.

Vienen nubes del sur y hace fresco.


La cresta que desciende hacia Peña Roya y Peña Blanca.

Los dos ibones y Panticosa.

El Vignemale, al fondo, tapado.

Tendeñera, punto culminante del macizo.

Pelopín y la pista que viene de Cotefablo.

Yésero.

Peña Telera.

Anayet.

Midi.

Formigal, Sallent de Gállego, Lanuza...

Garmo Negro e Infiernos.

Emprendo el retorno por el mismo camino.

Deseando acabar con la pedrera para pisar suelo normal.

Es una ruta que se hace un tanto pesada y eso que hemos recortado bastante con el telecabina.

El ibón de Sabocos.

Ya estoy a punto de regresar a la pista.

A partir de aquí, la vuelta es una gozada.

Podemos comer en el entorno del ibón.

Y bajamos felices, contentos por haber cumplido con el objetivo.

Ahí está el telecabina.

Y el jefe.

Fin del itinerario.

LAS NOTAS (La escala es del 1 al 5):
DIFICULTAD: 3,5. El desnivel es llevadero gracias a la telecabina, pero el tramo final está reservado para montañeros con cierta experiencia. El corredor es duro y la cresta exige cierta destreza para no meterse en zona compleja.
BELLEZA DEL ITINERARIO: 4. No le ponemos la máxima nota por las instalaciones de la estación de esquí, que devalúan la belleza. Pero el lago y las vistas son de campeonato.
IMPORTANCIA DE LA CUMBRE: 5.
Me hacía mucha ilusión retornar a Tendeñera para subir a la otra gran cumbre del macizo.

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